Y vuelvo a mi blog, mi refugio y cuaderno donde desahogarme un poco.
Mi trinchera donde hace un año me resguardé para emprender vuelo. Ahora vuelvo 365 días después.
Hasta qué punto sabe a derrota? Hasta qué punto vuelvo a donde empecé? Ese sentimiento tan familiar de desconcierto cuando la brújula no apunta a ningún lado. Cuando todo esfuerzo parece casi estéril.
Estoy cansado. Me siento luchando contra marea y exhausto. Debería ser así? O es que me he empeñado en “pedir peras al olmo” desgastándome en el intento? Y peor aún, que a uno le pidan peras, y no importar cuanto se haga, no poder darle al otro lo que éste pide.
Hasta dónde debe uno continuar y hasta dónde es momento de cambiar de rumbo?
Dice Sabina que “amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño”.
Pero me pregunto sin poder responderme: hasta dónde el daño es normal? El juego será más fácil con otros ciegos, o como dicen por ahí, “será el mismo infierno con diferente diablo”? Hasta qué punto ceder y cambiar, y hasta dónde ya es demasiado?
“When you really love a person you just don´t give up… in your mind you wanna give up, but in your heart you just can´t”
Friday, July 1, 2011
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