Monday, November 26, 2012

Y sin embargo...

...te extraño y hay momentos en que desearía que todo fuera un sueño, y que al despertar estemos abrazados de nuevo en nuestra cama en un domingo en la mañana. Muy a menudo mi mente recorre el pasado mientras un sin fin de “y si hubiéramos”  me rondan la cabeza. Luego respiro hondo y vuelvo aquí y ahora. Todo está bien, pero nada basta para quitarme este dolor encarnado en lo más profundo. Sólo paciencia mientras espero a que llegue el día en que termine mi duelo. Sea como sea, te amo. Siempre lo haré...

Thursday, November 22, 2012

El tiempo no ha pasado en vano


El tiempo no ha pasado en vano para mí. De algún modo los años, con el costo que estos puedan tener, también tienen su recompensa. La experiencia que se acumula nos va afilando, mientras que todas las situaciones que vamos afrontando en el día a día, nos forjan como el mazo al acero. Así que en consecuencia lo que no me ha matado me ha hecho más fuerte, más preciso, más ágil y más refinado. Sin embargo siempre están las cenizas de lo que vamos dejando a nuestro paso. Ese torpe andar de elefante que se esmera en ser más ágil, hasta el punto soñado de simplemente surcar el aire como hoja al viento. Utopía tal vez, pero necesaria.

Ese es pues el precio más alto del vivir y de la experiencia, el echar a perder para aprender. Y en eso siempre he sido muy duro conmigo. No me gusta sufrir y mucho menos que los demás sufran por mis acciones. También ese siempre ha sido mi conflicto, de cómo una persona que puede hacernos sentir tanto amor, también puede hacernos sentir tan miserables. Y lo mismo aplica en el sentido inverso, por qué podemos lastimar tanto a alguien que amamos?

Hoy eso es lo que más me duele, lastimarla, llevarla a vivir una situación muy dura y que sin duda generará sufrimiento no sólo a ella, pero a más de algún familiar y/o amigo cercano. Pero cómo hacer si a veces la solución dolorosa y de tajo puede aliviar un mal que pudiera propagarse y extenderse toda una vida?

Yo no sé si alguien pueda entenderlo y en realidad no me importa. En verdad ha sido la decisión más difícil de mi vida, la que más valor ha requerido y sobretodo, más raciocinio. Y siendo alguien tan emocional, se requieren enormes cantidades de energía para imponer la cabeza sobre el corazón.

En ningún momento claudico por falta de amor. Todo lo contrario, lo hago por el amor que le tengo y que me tengo. Lo hago por el amor a la vida y a la alegría. Lo hago por los que habrán de venir y por los que ya no están aquí y que se sometieron a una vida sofocada y opaca.


Yo me comprometí el día de mi boda a aceptar que si nuestros caminos se separarán, lo haría deseando lo mejor para ambos. Yo deje de ser yo, de ser leal a mis ideas y mi sentir, deje de brillar y de ser lo que ella alguna ves estuvo enamorada de. No pude por más que intenté hacerla sentir plena, segura, feliz. En mi intento sólo me hundía más. Nos transformamos rápidamente de aliados a rivales, de compañeros a jueces. Duramente aprendí que yo no puedo hacer feliz a nadie. Esa es una decisión muy personal y yo hoy decido ser feliz. Deseo con todo mi ser que ella encuentre lo que busca, que sin duda no lo encontró conmigo. Así que me quito de su lado y la dejo volar. Yo no seré un lastre ni un grillete de nadie. Había que hacerlo. Ya no había tiempo que perder.

Para qué mentir, hubo muchas señales antes, señales que nos negamos a ver. Por lo menos yo pensé que con amor todo sería posible, pero las heridas eran ya demasiado profundas, irreconciliables. Había que amputar.

Que el tiempo sea quien me juzgue, el que diga si lo di todo, si me entregué en totalidad, si hice lo correcto o si me equivoque.

Hoy me duele como a quien le extirpan el corazón y vive mientras con una maquina en sustitución, esperando un transplante o algún otro milagro. Pero no hay más que esperar a que las heridas cierren. Hoy me lamo las heridas entre letras, música y amigos, y como nunca abro mi corazón completamente vacío frente al mundo y listo para ser llenado nuevamente. Nunca he sido más fuerte, más astuto, más valiente, más sabio que hoy. Sin embargo aún tan lejos de ese lugar a dónde aspiro llegar.

Aquí estoy amada vida para servirte en lo que sea que me pongas enfrente. Aquí está tu guerrero preferido listo para llorar cuando haya que hacerlo y para reír también. Aquí estoy agradeciendo cualquier cosa que venga, que soy un hombre y mi suerte es ser arrojado a nuevos mundos… mundos inimaginables. Haz de mi lo que quieras que cada día está más cerca el momento donde habré de ser todo, sin ser nada.

Te amo vida, te amo muerte.