Friday, December 9, 2011

Desde Una Pequeña Isla




Sabes, creo que me encuentro en un punto de esos como una pequeña isla en medio del mar. Después de un naufragio, de nadar con todas las fuerzas que uno posee, tragar agua, sentir desesperación y frustración, ver cerca el límite, traspasarlo y darse cuenta que aún hay límites más lejanos. Pero de pronto llegar a la costa de un pequeño punto en medio de la inmensidad. Tomo fuertes respiros y me tiro sobre la arena completamente agotado. No hay ganas de llorar, ni tampoco abunda la risa. En realidad, es más un vacío que cualquier otra cosa. Pero no es un vació absoluto y mucho menos permanente. Simplemente estoy vacío por que lo dí todo en alta mar.
Ahora toca volver a cargar el tanque, agarrar fuerza y volver a trazar rumbo para continuar. A dónde ir y cómo hacerlo parecen no tener una respuesta inmediata. Por lo menos no a manera de instructivo. Sé a donde quiero llegar, pero no se cómo ni cuándo. Es más, no sé bien cómo será ese lugar, pero si sé perfectamente cómo debo sentirme una vez que esté en él. Por eso también sé que no he llegado y que estoy parado en una isla en medio de mi trayecto, el trayecto de la vida.
No hay claridad para devisar la siguiente costa. Sólo una brújula encarnada en mi corazón que no deja de apuntar a mi norte.
Estoy lleno de preguntas, pero las respuestas llegan a cuenta gotas. Sin embargo, ya no me preocupa. Estoy aprendiendo a esperar. Conforme se secan las gotas y las lágrimas de mis ojos, empiezo a ver. Y mientras la niebla que turba mi mente se va disolviendo poquito a poquito, también puedo comprender un poco más.
Por mucho tiempo pensé que estaba volviéndome loco, pero ahora creo que más bien me estoy volviendo cuerdo. Volteo para atrás y veo las millas recorridas. Eso siempre es alentador. Parecen buenos tramos los avanzados, hasta que vuelvo a tropezar con el mismo bache. Entonces parece que no he avanzado tanto, pero algo es algo, aunque sea un paso.
Supongo que es la bondad de los años, que uno empieza a aprender a ser paciente.
A esperar buen viento y buena mar…

Wednesday, October 26, 2011

ESTO ES LO QUE HAY



Aunque mi estado anímico más constante es estar en calma, últimamente (no sé bien desde cuándo) entro en turbulencias. Es como estar en una montaña rusa, y modular los grandes picos y bajadas es muy complejo. Así que en realidad sigo calmado, pero con una carga bastante ácida que contener.
Estas letras seguro serán muestra de eso. Y es que en realidad me siento muy enojado. Es un enojo que siendo franco y observador, es conmigo mismo.
Sabes, me doy cuenta que tengo mucho tiempo presionándome por ser cosas que no soy, que a veces ni me interesa ser, y que otras seguramente nunca seré.
Por ejemplo, desde que murió este mentado hombre de la manzanita, estoy francamente hasta la madre de ver por todos lados artículos y letras sobre lo excepcional que fue. Digo, hay hasta artículos que hablan de lo que comía el señor. Como si hubiera una formula secreta.
Me encabrona esa manera que tenemos de mamar ídolos. Y sobretodo me encabrona que estemos tan encausados a tratar de ser como ellos. A ser EXISTOSOS! (Que palabra más prostituida)
Claro que es bueno tener ejemplos de personas excepcionales, y es más, como humanidad creo que es una fortuna tener esos destellos de genialidad que surgen de vez en cuando. Pero por qué parece que ahuevo hay que tener éxito? Además “éxito” en los términos de quién sabe quién.
Hay un sentimiento generalizado de culpa por no ser, no tener o no aspirar.
Y estoy encabronado por que andamos por la vida con falsas expectativas. Queremos copiar fórmulas, ser el siguiente mesías, el próximo hombre más rico del mundo, el orgullo de nuestros padres, vecinos, esposa y demás estupideces que sólo nos van perdiendo más en el laberinto de la existencia.
Es cómo condenar a un olmo a sacrificar toda su vida en busca de una felicidad que alguien o algo le dijo que radicaba en dar peras. Simplemente no se va a poder!
Así pues, viene el momento de que yo entregue cuentas con respecto de lo que acabo de escribir.
Mucho tiempo pensé que yo era un ser excepcional. Si bien, creo que he tenido oportunidades por encima de lo que parece tener la media de la población, en realidad no soy nada excepcional. Aunque lo sabía desde un inicio, me gustó creerlo y aún lo sigo haciendo con frecuencia. A veces hasta culpa he sentido cuando me percato que no soy extraordinario, que soy tremendamente imperfecto y defectuoso. Lo peor es que durante mucho tiempo me cree un personaje que no sabe pedir perdón y que difícilmente sabe aceptar con humildad que no sabe y se equivoca. Pero ya estoy hasta la madre de pretender saber, ser y ver.
La verdad es que no sé nada!!! Y ahora que empiezo a aceptarlo, empiezo a sentirme libre.
Ya no me siento culpable de que a mis 30 años no he inventado nada que cambie al mundo, no he descubierto nada que otro no haya descubierto antes, y mucho menos he conquistado imperios ni creado religiones ni grandes empresas.
Y sabes qué? No me importa más. Ya no quiero seguir infligiéndome culpas y dolores que son completamente ilusorios. Ya no quiero seguir formulas ni imitar ídolos. Sólo quiero aceptar mi tremenda estupidez, mi insignificante existencia y ser feliz con eso.
Yo no sé de dónde vengo y mucho menos tengo claro a dónde voy. Siento un profundo respeto por aquellos que si lo saben, pero hoy les digo que yo no y empiezo a sentirme bien así. Soy tan ignorante que en mi torpe andar, no puedo evitar romper cosas. Pero quién no se ha equivocado? Quién nació sabiendo? Entonces es mucho pedir su comprensión y compasión?
Que quede claro que no me justifico y que no pretendo celebrar mi ignorancia. A quien le interese le digo que por pura evolución, estoy programado para aprender y mejorar. De lo contrario, me extinguiría. Así que aquí va este elefante atravesando la cristalería. Un mono desnudo y nada más.

Wednesday, October 5, 2011

breve

Llego a casa y me encuentro una visita inesperada. La verdad es que nunca lo había visto, sólo lo había escuchado. Pero no me tomo ni un segundo saber que era él. Había llegado demasiado temprano a su última cita.
No sé, la primera vez que lo escuché, me doy cuenta que sembró una emoción en mí más allá de lo que yo había hecho evidente. Hoy me doy cuenta, que tan sólo oírlo fue una gran noticia y contrapeso contra tantas muertes que se mencionan hoy en día.
Me dio ilusión en pensar que la vida se abre paso y que mientras ésta exista, habrá esperanza.
Llego hoy y lo encuentro muerto. Había sangre esparcida en un área grande, y por las heridas en su cuerpo, supongo que fue un perro el que lo mató.
Una muerte simplemente incitada por el instinto, y quién sabe, quizá hasta ganas de jugar.
Aquella primera vez que lo escuché era noche. Llevaba rato maullando. Se sentía dolor en sus tonos. Pensé que tal vez su madre pertenecía a algún hogar vecino. Hice la historia en mi cabeza de que tal vez sus dueños no se percataron que había estado preñada y que inclusive dio a luz.
El caso es que salí a buscarlo. Sólo pude ubicarlo dentro de un arbusto. A falta de linterna, no pude verlo con precisión. Tampoco tenía la intensión de sacarlo de ahí. Pensé que de hacerlo, tal vez su madre no lo encontraría o decidiría no amamantarlo más. Por lo menos he escuchado mucho ese rumor de que si uno manipula a ciertos cachorros, en ocasiones la madre al identificar un aroma ajeno, abandona al crío.
Así que sólo le deje un tazón con leche. Después de un rato los chillidos cesaron.
Al siguiente día, encontré el plato vacío y me sentí bien conmigo mismo. Era como si hubiera hecho algo de mucho significado, ayudar a la vida en su camino.
Hoy me revuelve el corazón ver que esa pequeña vida se esfumo tras pocos días de existencia.
Los niños veían con mucha curiosidad, pero el único que tenía que ocultar las lágrimas fui yo.
Pienso en el profundo amor que le tengo a la vida, en la maravillosa oportunidad que tenemos de experimentarla, y en lo afortunados que somos los que la tenemos o tuvimos.
Pero después de esto pienso también en que debo ser cuidadoso de no aferrarme a ella aún y con todo lo que la amo. Después de todo no está comprada y ya sabemos en que termina.
Así que qué sentir? Por lo menos, en los breves encuentros sonoros que tuve con esta criatura, me hizo pensar y sentir un par de cosas, incluyendo las que ahora plasmo, y lo agradezco.
Veo como algo más allá de la coincidencia el que haya venido a morir justamente en mi cochera. Me dio el gusto de verlo, aunque no fuera ya en vida.
De algún modo, este pequeño ser y su breve existencia me tienen en este momento con el sentimiento a flor. Me duele que perdiera su vida, pero trato de ver más allá y comprender la vida y la muerte sin velos ni fantasías.

Amo mi vida aunque sea prestada

Friday, July 1, 2011

De peras y olmos

Y vuelvo a mi blog, mi refugio y cuaderno donde desahogarme un poco.
Mi trinchera donde hace un año me resguardé para emprender vuelo. Ahora vuelvo 365 días después.
Hasta qué punto sabe a derrota? Hasta qué punto vuelvo a donde empecé? Ese sentimiento tan familiar de desconcierto cuando la brújula no apunta a ningún lado. Cuando todo esfuerzo parece casi estéril.
Estoy cansado. Me siento luchando contra marea y exhausto. Debería ser así? O es que me he empeñado en “pedir peras al olmo” desgastándome en el intento? Y peor aún, que a uno le pidan peras, y no importar cuanto se haga, no poder darle al otro lo que éste pide.
Hasta dónde debe uno continuar y hasta dónde es momento de cambiar de rumbo?
Dice Sabina que “amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño”.
Pero me pregunto sin poder responderme: hasta dónde el daño es normal? El juego será más fácil con otros ciegos, o como dicen por ahí, “será el mismo infierno con diferente diablo”? Hasta qué punto ceder y cambiar, y hasta dónde ya es demasiado?

“When you really love a person you just don´t give up… in your mind you wanna give up, but in your heart you just can´t”

Wednesday, June 15, 2011

Curioso



Juro que no es premeditado que vuelva a escribir exactamente un año después, aunque dudo de la casualidad. Por otro lado, hoy pensaba y trataba de decidir para mis adentros en dar equidad de importancia a todos los mundos. Tanto el físico y material donde me desempeño regularmente de 8 AM a 12AM, como el de los sueños y el de las ideas. Pensaba en que como siempre tengo la duda de qué tan real puede ser eso que llamamos realidad, y que no termina de convencerme lo que veo, ya que a veces pienso que bien podría ser esto el sueño de alguien mas que duerme, por qué habría de ser más o menos importante que un sueño o una idea?
En fin.... hoy, un año después tengo 30 de edad y mi estado civil ahora es el de casado. Yo francamente me siento igual de inadaptado e inmaduro que siempre. Y es que en lo que llevo de vida, no logro encontrar esa piedra angular. He tratado entender muchos credos, personas, ideas, culturas, pero algo dentro de mi me dice que falta algo. Hay una pieza elemental que hace que este rompecabezas no esté completo. Hay algo en la existencia, y en la manera en que aprendemos, nos inculcan o tratan (o tratamos) de entender todo esto que llamamos vida, que no me hace sentido. En otras palabras, creo que esto que llamamos civilización está cimentado en pilares que no sé que tan reales puedan ser. Insisto en que la existencia es algo mas que esto. La vida es algo más allá que lo que creemos, que lo que nos enseñan, que lo que nos preparamos y estudiamos para afrontar.
Pero estaré loco? Será una simple y corriente manera de justificar mi inmadurez e inadaptación? No sé, sólo siento que hay algo mal y no nos hemos dado cuenta.
Despertaré algún día de la Matrix? Sigo buscando la salida....