Trato de imaginar esa sonrisa, posiblemente infantil e inocente.
Mi amigo me dijo que tan sólo ver esa sonrisa, lo hizo llorar.
Se sintió tan extraño que en cuanto pudo me contó lo anterior. Nunca le había pasado algo así.
Estaba tan sorprendido que alguien en este mundo y con las adversidades que todos enfrentamos en nuestras vidas, tenga la fuerza de reír de ese modo.
Así que se necesita un poco de estupidez, de locura o de extravagancia para reír de forma franca y abierta en la actualidad.
ReplyDeleteNo podría estar más de acuerdo.
Que se me triplique el par cromosómico 21 o se me reduzca a la mitad la (in)capacidad sináptica.
Que se me haga de merengue el intelecto y se me derrita la solemnidad.
Que se me regrese la risa hoy que tras leerle estoy dispuesto a pagar toda mi estupidez por una sola carcajada.